13 noviembre 2012

El Diktat de Versalles y la derecha argentina


El Diktat de Versalles y la derecha argentina

Por Conrado Yasenza


La derecha extrema argentina y sus adherentes de clase alta y media-alta sufren del síndrome del Diktat de Versalles: Con el pacto de Versalles se le prohíbe a los alemanes la posibilidad de la conformación del ejército, de formar un ejército que de órdenes entre los alemanes; el ejército como una cuestión de fe para los alemanes, un elemento constitu
tivo de identidad, un aglutinante de identidades culturales y sociales. Contra el Diktat de Versalles, contra la palabra Versalles, es que surge el nacionalsocialismo de Hitler (como si venciendo este término y la prohibición, se derrotara a Luis XIV y Napoléon juntos). La derecha extrema argentina, la de Biondini, Pando, Videla, desea volver a la época en que en la Argentina el Ejército era el que ordenaba la vida y la muerte; dictaba órdenes marciales a la sociedad y la regulaba mediante el terror físico y económico, y en favor de los grandes Grupos Económicos. No planteo una mirada paranoide sobre el resurgimiento con visibilidad y toma de las calles de la derecha extrema argentina. Sólo planteo que estos datos, como las palabras de Videla, que buscan y tienen una escucha, deben ser atendidos aunque más no sea como leve amenaza. Debemos también tener oídos hacia esa presunción de retorno, de enrarecimiento del clima social, del humor social. No digo aquí que el humor social haya virado hacia la aceptación de una derecha racista y violenta, aun en sus versiones más morigeradas; sólo presento una inquietud hacia la irrupción visible de esa derecha que parecía derrotada pero que se ha hecho visible en los dos cacerolazos, con pancartas propias, violentas y fascistas, pero con cierta apropiación y reproducción de las mismas por parte de un sector de las capas altas, medias altas y medias-medias. La complicidad civil permite que cobre vigor ese lema del nacionalsocialismo alemán: La derrota que ha de volverse victoria. La parte más antigua y profunda de estas derechas fascistas y militaristas (el bosque profundo), con su importante simbología identitaria y unificadora en la idea del Ejército Nacional y sus valores, se ha hecho visible nuevamente. Es deseable que aquellos que marcharon el 8N, si realmente creen en la República y la Democracia, al ver a esta expresión extrema tomando la calle junto a ellos, se haga algunas preguntas vitales para evitar ese deslizamiento hacia ese temible lugar, cercano o muy próximo a la bronca o el odio, o las actitudes violentas que tal vez, sí, todavía, encuentren su motivación en el histórico rechazo visceral hacia el Peronismo y lo qué él representa en tanto ampliación de derechos e inclusión de los más desprotegidos. Preguntas que sirvan, y a tiempo, para evitar esa aceptación que pueda traducirse, nuevamente, en complicidad con las fuerzas más oscuras y criminales que aun caminan entre nosotros




Aquellas viejas teorías sobre la manipulación


Aquellas viejas teorías sobre la manipulación

Por Conrado Yasenza

Compañeros periodistas y no: A revisar las teorías. Refutamos a fines de los ochentas, y al calor de otras nuevas teorías, a los cientistas sociales que elaboraron sus formulaciones teóricas e investigaciones sobre el poder manipulador de los medios de comunicación. Ya acontecidos el 13 S y esencialmente el 8N, vemos hoy la profunda identificación de los manifestantes caceroleros con los tópicos esgrimidos por, por ejemplo, Jorge Lanata, y desde las usinas de Clarín y TN. Identificación que, en un contexto de potente confrontación de los medios masivos - Grupos Económicos- con el Gobierno Nacional, refuerza el nexo entre tópicos y manipulación. Los medios disponen, amplifican y reiteran su batería de ideas fuerza hacia los sectores sociales que, deseantes de ese escaso pero necesario alimento argumentativo, luego, y sin que medie proceso crítico alguno de apropiación y re-elaboración, repiten quizás hasta en un proceso de orden inconsciente. Entonces, y para volver a aquellas teorías que refutaron a las de los años 60 y 70, ¿En dónde podemos observar esa decodificación del mensaje por parte del receptor que lo hace suyo en un interesante proceso de resignificación? ¿Dónde percibimos la re-elaboración de esos mensaje propalados hasta el hartazgo por los medios masivos? Aquellas ideas centrales de Mc Luhan, "Somos lo que vemos" y "Formamos nuestras herramientas y luego éstas nos forman", nos siguen interpelando con relación a la máscara de la mediatización en donde mensaje y medio funcionan como una unidad que provoca profundas modificaciones en las culturas y sociedades. Y no quiero abundar en un determinismo tecnológico, pero creo que deberíamos volver a revisar y estudiar el profundo poder que poseen los grandes medios tecnológicos, que han desarrollado el Cable e Internet (no existían cuando Mc Luhan dijo aquello de que vivíamos en la Aldea Global), para influir en la producción de sentido común o en la opinión pública; para pensar si no sigue vigente la idea mediática de lograr que seamos lo que vemos y escuchamos; para detenernos en la reconsideración del poder que estas herramientas que formamos o desarrollamos a su vez nos forman. Pudimos ver, para volver a Cynthia García y su micrófono abierto en el centro de la manifestación cacerolera, la repetición de esos tropos mediáticos sin reformulación alguna ( aunque Sarlo diga que los manifestantes piensan estos temas antes de concurrir a las marchas del teflón): " 678 Rocho", "Riesgo país", "Miedo a la Presidenta", " No hay seguridad Jurídica"; "El mandato de Clarín dura 24 horas"; "Vivimos en una dictadura"; " A Hitler lo votaron las mayorías" ( esta es la más fuerte porque allí anida el huevo de la serpiente); otras de estigmatización y racismo: "Con nuestros impuestos se bancan a los vagos"; "Con el dinero de los jubilados se financia la AUH y los Planes". ¿Hay allí reflexión crítica, reformulación, re-elaboración, apropiación para la decodificación del mensaje? O es sólo la enunciación sin tamiz del soma diario que El Gran Hermano, que se halla en todos lados y en todos lo bares, vierte amablemente en las retinas y oídos del sujeto deseante de ese alimento que lo confirme en su identificación, en su condición de clase y en su pretensión arrogante de ser el núcleo mismo de la sociedad toda.


06 noviembre 2012

Algunas ideas sobre el clima destituyente/Por Conrado Yasenza


Algunas ideas sobre el clima destituyente


Por Conrado Yasenza*




En las últimas semanas hemos asistido a distintos episodios sociales y políticos que, sin caer en teorías conspirativas o paranoides, dan lugar a establecer que todos ellos poseen una relación de causalidad con la instalación de un clima de desgaste – destituyente, diría Nicolás Casullo – sobre el Gobierno Nacional, que es dable atender.

1- Amplificación y sobre-exposición de episodios de inseguridad (reales, existentes, aquí y en el resto del mundo) a través de los grandes medios de comunicación, en particular y por la potencia del relato a través de la imagen, de las señales televisivas y de cable – en este caso generando el efecto de una perversa cinta de Moebius, y digo perversa porque es muy dañino para el individuo y para el tejido social, amanecer, levantarse, enfrentar la tareas diarias laborales que implican la salida a la calle, notificándose o anoticiándose de robos a domicilios (con o sin sus habitantes), asesinatos, cortes y protestas. Esto no supone ningún grado de información precisa y clara, sino un ensañamiento cruel con el ser que debe salir y que por efecto de estas transmiciones, lo hace sometido al temor que ese afuera representa. He ahí la función del miedo: Generar la desconfianza entre ciudadanos – el otro es un sospechoso, un enemigo-, además de la idea de que el caos reina en la ciudad de la furia.

2- Sin desconocer que el aumento de precios es visible, constatable, y que la inflación es un tema que el Gobierno debe revisar, puede advertirse también en estos temas la intención de crear un cuadro de situación en el cual la inflación se presenta como ya en su fase de espiralización, con recesión y sin producción, lo cual es falso. Ligado a este dato, la idea de que esta situación económica se debe a las políticas económicas implementadas desde el Gobierno Nacional, basadas en una apuesta fuerte al gasto público y la redistribución del ingreso, políticas que acentuarían – según la ortodoxia y sus voceros - el clima inflacionario y recesivo. Distinto es el tema del aumento de precios: Allí el Gobierno Nacional no es quien forma la cadena de valores de precios, sino los grande Supermercados e Hipermercados que hasta le imponen, para exhibir en góndola los productos, los precios de compra a los productores con plazos de pagos excesivamente laxos. Quizás el Gobierno debería comenzar a exigir estructuras de costos a las empresas y a las cadenas de híper y supermercados para contar con datos precisos y así elaborar un cuadro de análisis de precios reales y en consecuencia realizar acciones específicas sobre esta cuestión.

¿Cómo se observa aquí la hilación con el clima destituyente? Bien, los sectores económicos fácticos están intentando, desde hace tiempo, regresar a políticas ortodoxas de ajuste y devaluación, mediante las cuales volverían a contar con pingües ganancias sin la necesidad de invertir ni producir, abriéndose al capital financiero trasnacional y con las ya vividas consecuencias dramáticas sobre el conjunto de la población. Digamos: reinstalar lo que se ha definido ya como Capitalismo Financiero. Dejemos aquí, y para otro análisis, la estructura de fuerte concentración de la economía nacional.

3 – La articulación de manifestaciones caceroleras, para nada espontáneas y convocadas desde una fuerte organización en las redes sociales, aglutinadas en base a los temas que se han descripto, más el concepto instalado de “cepo cambiario” y trabas para salir del país, ideas-fuerza propaladas por el multimedios en el mismo sentido de esa infinita cadena de repetición acuciante – se prepara un cacerolazo para el 8 de Noviembre, casi un mes antes del 7 del Diciembre, fecha en la que los grupos empresarios de comunicación, especialmente Clarín, deben ya haber presentado sus propuestas de adecuación a la Ley de Medios de Servicio Audiovisuales, ley votada por el Congreso Nacional y frenada, para Clarín y por una cautelar, en su art. 161 – con los caceroleros que se manifestaron en Georgetown, movilizados por operadores económicos representantes de los fondos buitres, junto a la planificación de un cuestionario basado en la mismas consignas sobre libertad de prensa, inflación e inseguridad con las que un Grupo de Operadores Políticos liderados por el ex funcionario en el área de Educación de Pro, el hoy joven estudiante en Harvard Juan Ignacio Maquieyra, recibieron a la Presidenta en esa Casa de Estudios. Así entonces, el clima de caos institucional, falta de libertad de prensa e inseguridades varias, trascendió las fronteras del país y la región sudamericana.

4 - La explosión de las protestas de Gendarmes y Prefectos generadas por la implementación de un decreto inspirado en la idea de que los rangos sub-alternos e inferiores de la fuerza no percibieran una diferencia abismal en sus salarios con la oficialidad, decreto que tendía a ordenar los escalafones salariales, y que debido a una liquidación de sueldos a la inversa, redujo los ingresos de los rangos inferiores, produjeron el malestar, el reclamo, la protesta, la ruptura de las cadenas de mando, y nuevamente la idea de caos, y en este caso con implicancias muy sensibles para nuestra sociedad que vivió en 1987 y 1988 dos alzamientos o motines militares. ¿Dónde aparece aquí la idea destituyente? Quienes tuvieron a su cargo la liquidación de sueldos, teniendo en cuenta las especificaciones del decreto dictado por el Ejecutivo, fueron la misma gendarmería y prefectura, liquidación que se realizó en forma desastrosa y que motivó el reclamo que luego pasó a tomar otro cariz, ya con el paso de los días. Allí nuevamente las cámaras de televisión y los micrófonos de las radios de los medios dominantes apabullaron a la sociedad con la instalación de, otra vez, el imperio del caos, al cual se sumó el malestar de las fuerzas de seguridad con el Gobierno Nacional (recordemos que confluyeron en la protesta sectores de la Policía Federal, de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y hasta la Armada) Hubo, entones, descabezamiento de las cúpulas de Gendarmería y Prefectura, responsables del conflicto, y pases a disponibilidad de voceros que en soledad insistían en un reclamo por salarios ya resuelto, y que ahora se sumarán a una posible concentración-paro de la CGT disidente de Hugo Moyano. Imposible olvidar la reaparición en la pantalla de TV, como para fogonear aquel viejo temor a los motines, de Aldo Rico en el programa de Samuel “Chiche” Gelblung.

5 – Finalmente el caso de la Fragata Libertad, retenida en Ghana por una decisión inconsulta y arbitraria del Capitán de la Fragata, Alberto Mario Blanco, quien notificó mediante nota al Ministerio de Defensa, el repentino cambio de puerto y destino “por razones operativas y técnicas”, de Nigeria a Ghana, sabiendo que en ese puerto la fragata podría ser retenida por acción de los Fondos Buitres, como ocurrió, y teniendo en cuenta también que durante la gestión de Nilda Garré al frente del Ministerio de Defensa, se dictaron estrictas normas para que la Fragata evitara puertos en los cuales la situación actual pudiera suceder, y limitando sus viajes a la región y el Caribe. Como denunció Horacio Vertbisky en su nota en Página 12, esto denota una creciente autonomización de la Fuerzas durante la gestión de Arturo Puricelli al frente del Ministerio de Defensa. Y aquí, nuevamente, ¿dónde se puede hallar esa intención destituyente? Bien, la profundización de las políticas de Derechos Humanos, la subordinación de las Fuerzas a éstas, y los juicios contra delitos de Lesa Humanidad perpetrados por integrantes de la última dictara cívico-militar, pueden ser un factor de malestar dentro de las fuerzas, por lo menos de la oficialidad con más antigüedad. Insisto, no es ser paranoide o conspirativo, pero apelando – y creo que vale – a la severa y sumaria historia antipopular de la Marina en particular, puede pensarse en una operación de desgaste de la imagen del Gobierno Nacional y de la Presidente en particular. Muchos son los beneficios, más allá del malestar político generado por las políticas de derechos humanos, que los marinos sienten perder con las limitaciones que fueron dictadas por la ex ministra de Defensa, Nilda Garré. Y nuevamente, renuncias: En esta oportunidad el Jefe de la Marina, Carlos Alberto Paz, y rumores de reclamos salariales en el arma.

Todo este panorama, apenas esbozado, nos permite pensar en operaciones políticas y económicas que se encuentran centradas en su fase de instalación de un continuo clima adverso y de desgaste hacia el Gobierno Nacional. El bochornoso bloqueo de la designación de Jueces naturales de la Constitución en el Consejo de la magistratura, protagonizado por sectores políticos del radicalismo, como Oscar Aguad, miembro del Consejo y que avaló con su firma el concurso que ahora impugna, y por sectores de la corporación judicial, reaccionarios a la democracia y al Gobierno Nacional, cuyas figuras que destacan en este escándalo institucional, son el consejero y camarista civil Ricardo Recondo (otra vez el doble standartd: Consejero y Juez) y el representante de la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA), Daniel Ostroposky, nos proporcionan elementos de análisis para sostener que las intenciones destituyentes hacia el Gobierno Nacional, elegido hace menos de un año, son serias y para tener en cuenta.

*Periodista. Dtor. de La Tecl@ Eñe – Revista Digital de Cultura y Política www.lateclaene.blogspot.com