Crucifixiones II: Horacio González. Otra cabeza debe rodar
Por Conrado Yasenza*
Las usinas ideológicas del partido de los massmedia no cejan en su cruzada incansable contra la circulación de opiniones, pensamientos, enfoques políticos, miradas ideológicas y trayectorias personales. La máquina voraz de capturar represivamente palabras y opiniones está desplegando con torva decisión su funcionamiento en este tiempo de elecciones y puesta en juego de proyectos antagónicos de país. La parábola del ataque mediático parece imparable, y la batalla desigual. No alcanza, aunque es de relevancia en la disputa, la aparición de diarios como Miradas al Sur o Tiempo Argentino, que se suman a la orfandad en que hasta no hace mucho tiempo atrás, se encontraba Página 12. De todos modos, el poder económico que detentan las corporaciones y empresas de medios de comunicación agrupados en la tríada Clarín,
La ofensiva recrudeció en estos últimos meses ante la posibilidad de un nuevo mandato presidencial, luego de Octubre, para
Y como último y reciente objetivo en la cadena de crucifixiones públicas que lleva a cabo el Imperio, el vil intento de caracterizar al Director de
Hoy la intención de disciplinamiento, a través del miedo, es ejercida contra la figura pública de Horacio González. Y van por él, sin duda. Ha dicho su palabra sin romperse pero ha roto el cerco tendido sobre la organización de la vida social a través de las estetizaciones y montajes realizados por los aparatos ideológicos de las corporaciones mediáticas. Y esto es imperdonable; merece el cadalso, la cruz que se le aplica a los herejes y allí está entonces el editorial – el malicioso oficio del escriba que sin dar el nombre configura la posición, la opinión del diario – del diario
Pero continúan: Horacio González, según la opinión del diario, ha perdido la amplitud de criterio, rasgo éste que identifica a “sus compañeros de militancia” ¿Quiénes son estos “compañeros de militancia”? ¿El colectivo abierto, que parece que los medios han descubierto hace poco tiempo y a través de YouTube, conformado por intelectuales, militantes sociales, colectivos culturales, que se permiten el acuerdo y la discusión? ¿
Pero hay más, la estocada final: Sugiere el editorial que González está cansado, abatido, que ha perdido la capacidad de analizar sus dichos desde los Manuales de Táctica Política, y esto es perjudicial para la imagen presidencial – hasta pareciera que súbitamente se sienten preocupados por la imagen de
Pero también el intelectual de gabinete ha arremetido contra - he aquí la paradoja disfrazada de amplismo para intentar desideologizar la mirada del diario y convertirse en defensor público del gusto popular – el desembarco de figuras del espectáculo a la arena política. Y allí aparece camuflado, quizá hábilmente y en un intento por invertir la carga de la prueba – el ancestral odio de clase a la figura de Eva Perón, quien tuvo el tupé de conquistar al general desde las tablas para convertirse en la abanderada de los pobres y, entre otras tantísimas y más importantes acciones, desactivar
Otra mendaz falacia: Las opiniones vertidas por Horacio González no atacan al gusto popular ni condenan el arribo de figuras del espectáculo al ámbito del ejercicio de la política. Todo lo contrario: Lamenta González que la nueva figura del espectáculo devenido en político, Miguel del Sel, lo haya hecho... ¡negando la política! Recurriendo al remanido argumento de “no vengo a robar con la política porque para vivir tengo mi actividad privada” como si la actividad privada fuera el paraíso de los trabajadores honestos. Reflexiona González que la campaña realizada por Del Sel fue sostenida por este imaginario falaz y perverso de “ no prometer nada que después no cumpla” – estigmatización de la política que cala hondo en el sentido común de aquellos mismos que votaron en una compulsa democrática y política al humorista que no sabe nada de política porque es un trabajador, un profe de gimnasia devenido en actor cómico -, de “no entender nada de política” y presentarlo como un valor en aquel que por una hora se entusiasmó con ser Gobernador de Santa Fe. De un humorista sencillo y querido por el pueblo que se manifiesta abiertamente antipolítico pero se presenta a elecciones democráticas y luego sostiene con vigor que su candidato a presidente es Eduardo Duhalde y agradece el generoso apoyo del aparato político del ex caudillo de Lomas de Zamora. Toda una definición política de la antipolítica, ese oscuro objeto del deseo.
Es por todo ello que las usinas mediáticas lanzaron ese agraviante editorial, falsamente arropado de republicanismo y amplitud de mirada, contra la figura, potente, reflexiva, política, de Horacio González, que para agregarle un dato más a este humilde intento de desmontar otra más de las operaciones político-económico-mediáticas a las que asistimos, es amigo de Fito Paez, el músico que dijo su sentida palabra y fue destrozado en las guillotinas de Papel Prensa.
De todos modos creo, y quizás se leerá esto como cierta ingenuidad de mi parte, que las operaciones que se han gestado no se sostendrán en la percepción pública de la realidad porque su origen es falaz y malicioso, pero también creo que deberemos estar alerta a los ataques por venir para desactivarlos dando testimonio en los momentos en los que haga falta hacerlo.
Conrado Yasenza 5 de Agosto de 2011
*Periodista – Dtor. De
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