04 agosto 2012

¡Ay Clarín! El caballito de lujo en problemas

¡Ay Clarín! El caballito de lujo en problemas

Por Conrado Yasenza*

El primer día de Agosto, el diario que supo tener como estandarte simbólico - y por qué no lingüístico - el lema "una solución argentina para los problemas de los argentinos", publica en su suplemento de economía la nota "Otra marca de lujo en problemas: Ralph Lauren cierra sus tres locales". Es evidente que el objetivo del diario que habita el lado oscuro de la vida, es operar sobre sectores de clase bien definidos y muy sensibles al fastidio, sobre todo si la noticia es que Ralph Lauren, Escada, Zegna y Cartier, han decidido un cierre temporario de su exclusivos locales ubicados en los paquetes barrios de Recoleta y el Norte de la ciudad, aludiendo como causales "las trabas a las importaciones, las restricciones al uso de dólares dispuestas por la Casa Rosada, y la inflación, con su impacto en el turismo, que afectan los negocios del mercado de lujo en la Argentina". Un motivo más para salir a cacerolear los Jueves por la noche, chicas y muchachos del paisito pequeño. Como primera y superficial reflexión, ¿no tendrán estas firmas preocupaciones algo más complejas que las esgrimidas, como posibles desbalances comerciales que podrían deberse a la feroz crisis mundial del capitalismo financiero y consumista? ¿No será esta una medida coercitiva para poder colocar así en nuestra región, y con mayores facilidades, los excedentes producidos en una Europa en estado de crisis insondable, y de allí el cierre temporario supuesto como consecuencia de la inflación, la merma turística y el clima enrarecido para las mercancías de lujo? Y si hubo realmente esa merma turística que Clarín sostiene, tomando como fuente de datos al INDEC (al cual, por otra parte, sistemáticamente describe como una institución intervenida que ha perdido credibilidad), ¿esa merma no tendrá que ver, de nuevo, conque los países europeos se debaten cotidianamente ante los efectos devastadores de ajustes y recortes del gasto, como así también, frente al enfriamiento de la economía y la pérdida de fuentes y puestos de trabajo?

En fin, ya sabemos que no existe nada más reaccionario que la clase alta y media-alta asustadas, y además, cuestionadas en sus privilegios. Nada de los datos de esta superflua nota desvelan a Clarín. Sólo le interesa seguir generando un clima de asfixia social, tomado como mascarón de proa para intentar lograr el éxito de sus operaciones, a un sector de clase minoritario pero con un concentrado poder de fuego. Además, claro, del eterno efecto de espejo falso en el que las clases medias subalternas se miran para invocar una condición social a la que han arribado, si no se cayeron todavía, durante la perversa fiesta neoliberal noventista. Y aquí cobra más fuerza la intención de la nota: Fogonear en los espíritus de las clases medias esa sensación de irritabilidad hacia el Gobierno Nacional mediante el mecanismo psíquico de mímesis, o quizás, a través del deseante deseo de apoyar la punta del zapato en el peldaño de una escalera que, presuntamente, los llevará a la felicidad de clase, al civilizado mundo de la riqueza y el consumo, aunque nunca ocurra la transmutación del ansiado abolengo de clase, y con el agregado degradatorio de ser - y haber sido históricamente - despreciados. Y aquí, ya en este punto, se puede visualizar la doble condición del vasallaje colonial de las mentes en nuestra sociedad: El falso aristócrata argentino colonizado por las luces civilizatorias del viejo continente; las clases medias, surgidas al calor de complejos procesos inmigratorios y de movilidad social, mirando como norte a esas aristocracias sin otro reino que la Ley de Enfiteusis.

En fin, es posible – o acaso no ha ocurrido ya en otras situaciones - imaginar que en los próximos días veamos, en número considerable, a miembros de los más distinguidos sectores sociales de nuestra comunidad, dirigirse al Uruguay - porque la crisis europea existe, es bien real en términos de costos de vida y de adquisición de bienes suntuarios, y lo saben - en busca de prendas y bienes de lujo que aquí, temporariamente, no podrán adquirir. Quizás, y aventuro con la imaginación, en este lado del río podamos ver a quienes el piné no les de para la escapada, golpeando sus cacerolas por la inseguridad, el autoritarismo del Gobierno, el deseo reprimido de pensar en verde (y no precisamente en Greenpeace) y... por no poder ya adquirir y lucir las camisas y chombas del caballito y el polista.

Ya sé, podrán cuestionar que es un dato y nota menor, pero si observamos los sectores de clase en los que la derecha paraguaya se ha recostado para asestarle el duro golpe institucional a Lugo y al pueblo paraguayo, y analizamos la irascibilidad de los mismos sectores en nuestro país sumado al deseo de cambiar el rumbo económico, a como de lugar, por parte de los poderes reales (económico-financiero-comunicacional y de clase), la nota de Clarín, que describe con intención de cientificismo economicista los acuciantes problemas que cercan a las marcas de lujo en nuestro país, vira de la banalidad extrema del consumo sin destino ni fin, a un dato duro de la realidad y los deseos en danza que las poderosas minorías sociales y económicas azuzan sin descanso. Entonces, ya no se tratará sólo del caballito de lujo en problemas.


* Periodista. Director de la Revista La Tecl@ Eñe – Cultura y Política – www.lateclaene.blogspot.com

Publicado en El Ortiba, Colectivo de Cultura Popular, ahora http://www.elortiba.org/notapas1409.html;  en el futuro http://www.elortiba.org/notapas1409.html